A veces las imágenes impresas son más oscuras de lo que parecía en la pantalla. ¿A qué se debe? Estos son algunos de los motivos más comunes:
¿Tu pantalla tiene un brillo muy alto?
- Las imágenes siempre serán más brillantes en la pantalla del ordenador que impresas en papel. Esto se debe a que el papel no tiene brillo, como los monitores.
- Si el brillo de tu pantalla está demasiado alto, las imágenes parecerán más luminosas de lo que son en realidad. Intenta bajar el brillo al 60 % o 70 % del máximo para que tengan un aspecto más realista.
¿Son oscuras las imágenes originales?
Las imágenes oscuras serán igual o más oscuras una vez impresas. Si tus fotos son oscuras puede que sea por alguno de estos motivos:
- Contraluz: las caras de los sujetos de las fotografías que tienen una luz brillante detrás suelen estar oscuras.
- Baja exposición: puede que la imagen esté subexpuesta por los ajustes de tu cámara.
- Puede que el flash de la cámara no se disparase cuando debía.
- ¿El resultado? Se pierden detalles de las sombras, hay un menor contraste y es difícil distinguir algunos rasgos de las caras.
Cómo evitar las imágenes oscuras en tu libro impreso
- Toma fotos con la iluminación y exposición adecuadas para que tengan brillo desde el principio.
- Sabemos que no siempre es posible hacer una foto con la exposición perfecta, así que puede que tengas que editarla después para aclararla un poco. (Y lo de «un poco» va en serio. Si la aclaras demasiado, puede pasar a tener grano.)
- Baja el brillo de tu monitor. Tus imágenes pueden parecer más brillantes de lo que son si las ves en un monitor con el 100 % de brillo.
- No podemos darte un porcentaje exacto, pero te sugerimos que tengas el brillo del monitor al 70 % o menos.
- Utiliza la función de mejora automática de imágenes si estás haciendo tu libro con nuestra herramienta BookWright. Así tus imágenes serán más claras y nítidas y evitará que tengas que aclararlas manualmente una a una.
- ¿Vas a hacer un pedido grande? Pide una sola copia a Blurb para comprobar cuál es el aspecto de las imágenes una vez impresas. Es la prueba definitiva para ver cómo será tu libro.